Después de un 2020 muy duro para la industria del trabajo, debido a la pandemia que afectó al mundo, cada vez se ve un mejor panorama para la economía nacional de cara a este 2021.

Esta esperanza tiene su base en dos puntos clave para lo que viene este año: el avance rápido del proceso de vacunación en el país, donde ya se contabilizan más de 3 millones de personas vacunadas, y la aceleración en la adopción de nuevas tecnologías para el trabajo, lo que ha permitido que el teletrabajo sea una opción real y preponderante en la industria.

Por esto, es importante ver las proyecciones que traería el mercado laboral durante los próximos meses, de cara a los cambios que vivirán las empresas, además de analizar las modificaciones que se verán en el mediano y largo plazo para adaptarse a los nuevos escenarios.

Mejora la proyección para el mediano plazo

Si bien en un principio la proyección para este 2021 con respecto al número de puestos que se abriría era incierto, y el índice de cesantía se ha estancado en torno al 10%, ahora la visión a mediano plazo es mucho más positiva, ya que la economía ha mantenido su reactivación.

El término de las cuarentenas en los sectores con población más densificada ha permitido reactivar las actividades en las grandes ciudades del país, lo que queda demostrado en que, durante el último trimestre noviembre-enero se crearon más de 79 mil empleos formales, según palabras del Ministro de Economía, Lucas Palacios.

Así mismo, el objetivo de las autoridades es llegar a la recuperación de casi un millón de empleos durante este 2021 a través de la activación económica, el descenso de la emergencia sanitaria y la adaptación cultural que se ha generado en las personas y empresas.

De todas maneras, se plantea que el auge laboral debería consolidarse recién en la segunda mitad del año, cuando la vacuna ya se haya masificado entre las personas en edad laboral, lo que permitirá abrir la ciudad de manera más amplia y con menos restricciones que las que se viven actualmente, las que afectan al comercio y a la producción en sí misma.

La evolución laboral para este 2021

2020 fue un año de experimentación y evolución para muchas empresas en Chile. A pesar de que el final de 2019 y el estallido social ya había empujado a algunas empresas a implementar nuevas tecnologías para realizar sus labores diarias, la pandemia adelantó los cambios y obligó a que los empleadores buscaran nuevos formatos de trabajo, modificando incluso la relación con sus trabajadores.

Por ejemplo, el uso de tecnología para trabajar desde la casa, como las plataformas de streaming, para realizar reuniones online o pizarras virtuales para coordinar tareas, han permitido que los grupos de trabajo puedan realizar sus tareas a distancia, pero manteniendo la relación de equipo que se consigue en un espacio común.

Al mismo tiempo, ha comenzado un lento ascenso en el uso de la automatización para canales que antiguamente eran realizados por fuerza de trabajo común, principalmente en lo relacionado a atención al cliente o controles de calidad.

En esta misma línea, la Ley de Teletrabajo, ha permitido que los trabajadores mantengan sus beneficios y derechos en el trabajo desde sus hogares, además de haber entregado la capacidad de generar una flexibilización en ámbitos como los horarios de trabajo, ampliando la posibilidad de manejar de mejor manera la disponibilidad de cada empleado en tiempos de pandemia, donde se hace necesario que su atención se comparta entre sus labores y su familia.

El nuevo escenario

Con todos los cambios que se plantean para enfrentar este 2021 de la mejor manera, se abren nuevos escenarios para el mundo laboral y administrativo, los que deberán ser considerados al momento de encarar los proyectos de corto, mediano y largo plazo en los próximos meses.

Así, los retos de las empresas no sólo irán de la mano con la adaptación, ya sea tecnológica o física, de cara a entregar un espacio de trabajo óptimo para sus trabajadores, sino que también estarán enfocados en un aprendizaje constante para mejorar los flujos y las capacidades, tanto de las jefaturas como de sus empleados.

A su vez, en los primeros meses del año es difícil que existan altas inversiones en la industria, por lo que aumentará la demanda por puestos transitorios por parte de las empresas. De esta manera, los trabajadores tendrán una opción ágil y confiable para reintegrarse al mercado y poder superar la crisis económica.

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