El trabajo en nuestro país ha cambiado de manera importante en los últimos dos años. El estallido social y la llegada del Covid-19 hizo que la presencialidad perdiera fuerza al momento de definir la forma de realizar las tareas diarias, dando un espacio importante en la industria al teletrabajo.

Con este método, que incluso tuvo que formalizarse por medio de una ley a mediados de 2020, las personas han tenido que buscar una nueva forma de poder llevar a cabo su trabajo en el día a día, habilitando espacios de su propio hogar como si fuera una oficina. Aunque con el pasar de los meses, la urgencia que implicaba trabajar de esta forma se ha ido transformando en costumbre, por lo que cada día se ve con mejores ojos la permanencia de este tipo de actividades.

Como es lógico, este tipo de trabajo no se puede aplicar en toda la industria laboral, ya que implica la posibilidad de establecer conexiones remotas que no afecten las tareas. Por esto se ha visto más bien ligado a trabajos relacionados con el mundo de TI, puestos administrativos, servicio al cliente y otros donde las labores giran en todo al uso de herramientas como un computador y el teléfono móvil.

Por esto, es bueno hacer un análisis sobre cómo podemos ver el teletrabajo luego de casi dos años de implementación, entendiendo los pros y los contras de este formato laboral que llegó para quedarse.

¿Cómo viven el teletrabajo los colaboradores?

Por el lado de los trabajadores la ventaja principal es la posibilidad de mantenerse en sus hogares, pudiendo compatibilizar sus labores con el día a día de sus familias, algo prioritario en momentos como el actual, donde muchos colegios y salas cuna no se encuentran funcionando.

De esta manera, pueden ganar tiempo al eliminar de su jornada los tiempos de desplazamiento, algo crucial si consideramos que pueden existir trayectos de más de una hora dentro de la ciudad, en el caso de Santiago. Además de los costos inherentes a la movilización, ya sea en transporte público o en su propio vehículo.

A su vez, se destaca la libertad que entrega el teletrabajo a las personas que se encuentran en empresas que han adaptado su forma de inspeccionar el trabajo, ya que se pueden realizar otras actividades al medir los logros por objetivo más que por horas de trabajo prácticas.

De todas formas, el camino para recuperar los índices tradicionales del país aún es largo, y estará matizado por lo que pase en los próximos meses con la reapertura total de las ciudades y las futuras elecciones presidenciales.

De todas formas, esto también lleva a un problema a la hora de poder controlar las jornadas de trabajo y el trabajo de fin de semana, ya que muchos colaboradores han transparentado que sus jornadas se han alargado a más de 12 horas diarias, principalmente en el caso de las mujeres.

Esto va de la mano con la dificultad de separar los momentos de trabajo con las horas libres, algo ligado a la falta de separación física entre ambos ámbitos de la vida diaria, lo que también ha generado altos índices de estrés en parte de la fuerza laboral.

Empresas: Cuentas alegres y adaptación

En el caso de las empresas, una de las ventajas primordiales es el ahorro económico que puede generar para la empresa el no depender de un espacio físico para sus trabajadores, ya que los costos de administración y gastos básicos se ven disminuidos al tener a sus colaboradores bajo el régimen de teletrabajo. Cabe recordar que, con la nueva Ley de Teletrabajo, el empleador debe entregar un monto a cada trabajador que tenga con este formato, pero aun así la venta económica es notoria, por ejemplo, la diferencia de costos entre la conexión remota para un trabajador, versus el costo de movilización.

Al mismo tiempo, el teletrabajo ha permitido ampliar la llegada de nuevos colaboradores que antes no podían acceder a las postulaciones realizadas por cada empresa, principalmente al poder contratar personas de otras regiones o trabajadores con algún tipo de capacidad diferente que puedan realizar su trabajo de manera más cómoda desde sus hogares.

Aun así, hay una visión negativa sobre la posible pérdida del control sobre los trabajadores a la hora de cumplir con sus tareas en medio del horario de trabajo, principalmente por la falta de comunicación. Esto ocurre por la falta de costumbre a no tener a los colaboradores en un lugar específico, aunque se puede superar con el uso de herramientas tecnológicas como chats, videollamadas, sistemas de control de proyectos y de control de asistencia.

El teletrabajo a futuro

De todas formas, la opinión de los trabajadores sobre el teletrabajo es bastante dispar, ya que en distintas encuestas realizadas durante las últimas semanas se ha destacado que el formato híbrido es el preferido entre las personas consultadas, privilegiando la flexibilidad de horarios y la posibilidad de decidir días presenciales y días en casa.

Por esta razón, complementar ambos formatos de trabajo parece la opción ideal de cara al retorno al trabajo en los puestos administrativos y todos aquellos que puedan acceder a esta compatibilidad, incluso después de terminada la emergencia sanitaria.

Así, podemos concluir que el teletrabajo pasó de ser una necesidad particular en el complejo escenario de la pandemia a una opción para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y ampliar las opciones de cara a ofrecer un puesto de trabajo flexible y que entregue mayor compatibilidad con las diferentes realidades que tienen los miembros de la fuerza laboral.

Por esto, si necesitas ayuda en alguna de las áreas de tu empresa en medio de este nuevo escenario, te invitamos a revisar los servicios que ATCOM ofrece para tu negocio.

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