Los primeros meses de este 2022 han sido complejos. Si bien esperábamos un descenso en la agresividad de la pandemia, la cifra de contagios por Covid-19 volvió a vivir un peak en febrero debido a la variante Ómicron, lo que ha vuelto a poner la atención en los cuidados personales frente al coronavirus.

Pero, a diferencia de otros momentos críticos de la emergencia sanitaria, el comercio, las empresas y la industria en general no ha debido paralizarse del todo, con la extinción de las cuarentenas y las restricciones más permisivas que ha impuesto la autoridad para enfrentar este proceso.

Aún así, la crisis económica que vive el país continúa. La inflación en enero se volvió a disparar con un 1,2% de aumento en el IPC, el doble de lo que esperaban los expertos, y la tasa de interés volvió a subir al 5,5%, lo que hace mirar con desconfianza lo que ocurrirá en los próximos meses.

Además, cabe recordar que este 2022 los beneficios estatales han bajado de forma importante, eliminando el IFE universal y centrando su entrega en el IFE estatal y otros aportes tradicionales, evitando una mayor inflación, pero dejando también a las personas con menos dinero en efectivo.

Por esto, es importante ver los efectos que este proceso en su conjunto tendrá sobre la industria laboral de nuestro país y, sobre todo, en las remuneraciones de los trabajadores.

Inflación y salarios: la principal preocupación

Uno de los principales problemas que genera la inflación en la sensación real de que el dinero rinde o dura menos en los bolsillos de las personas, debido a que el aumento en los salarios no va en la misma línea con el aumento de los precios.

Si bien la mayoría de las personas tiene derecho a un reajuste salarial relacionado con el IPC en sus contratos, este reajuste al estar determinado a ciertos periodos (trimestral, semestral o anual) tiende a llegar al trabajador de forma tardía.

Por ejemplo, según cifras del INE las remuneraciones en Chile aumentaron en un 6,8% promedio durante 2021, mientras que la inflación en los últimos 12 meses ya acumula un 7,7%. Por esto, los sueldos aumentan, pero no logran cubrir el avance frenético de la crisis.

Esto es un problema constante también en un mercado donde los trabajadores consideran que ganan menos de lo que deberían. En esta línea, un estudio de la Universidad de los Andes señaló que un 67% de los trabajadores no está satisfecho con su salario, algo que se ve agravado con los efectos de la inflación.

Así mismo, el aumento de la tasa de interés, que podría llegar a 7% según estimaciones no oficiales, haría más caro el endeudamiento de las personas y las empresas, por lo que se prevé un estancamiento en el comercio y un descenso en la inversión de cara a lo que queda del año.

¿Qué podemos esperar para los próximos meses?

Con el pasar de los días, las expectativas económicas para este 2022 se han ido proyectando a la baja, principalmente por la incertidumbre que genera el impacto de la nueva ola de la pandemia en estas fechas y la latente posibilidad de que las autoridades impongan restricciones más fuertes de cara a un recrudecimiento de la emergencia.

Por esto, la proyección oficial de 3,5% de crecimiento se ha visto cuestionada por los expertos, que señalan que esta cifra no superará el 2% al final del actual año, lo que también se podría ver modificado con las medidas que adopte el Gobierno entrante y el futuro de la nueva Constitución.

En tanto, el efecto de la inflación y la tasa de interés podría traer problemas a la industria, ya que en caso de que se produzca una desaceleración económica en el mediano plazo, esto también podría generar tensión en el empleo.

Aún así, se plantea que el índice de desempleo debería mantenerse en torno al 7% durante este 2022, pero con una contracción en la creación de empleos formales, debido a la menor inversión privada.

¿Qué se puede hacer para esperar un mejor 2022?

Considerando la crisis y las expectativas económicas para este año, siempre es bueno tener un resguardo para enfrentar los problemas que puedan ocurrir en los próximos meses.

Y una de las mejores formas de resguardarse en estos escenarios es invertir, más aún considerando las diferentes opciones que existen en el mercado financiero actual como las criptomonedas, el ahorro en dólares, los fondos de inversión o el mercado inmobiliario.

También es un buen momento para buscar la estabilidad laboral, ya que, al no haber creación de nuevos empleos, será más difícil buscar nuevas oportunidades en el mercado durante este 2022.

Finalmente, si aún no se retorna al mercado laboral tras los efectos de la pandemia, se debe aprovechar los primeros meses de este año para buscar un nuevo espacio de trabajo, ya que la industria aún está intentando volver a la normalidad tras la caída en la cantidad de postulantes que se produjo a fines de 2021.

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