El escenario laboral en el que nos desenvolvemos día a día cambió drásticamente a partir de 2020, en un proceso que se venía viviendo a nivel mundial en los últimos años, pero que fue acelerado por la pandemia y las crisis sociales y económicas que la acompañaron.

El teletrabajo, una opción que se veía con lejanía en la industria local, pasó a ser una de las formas principales de trabajar en el país, modificando la relación de todos los actores del sistema, ya sea entre equipos de trabajo o entre colaboradores y empresas.

Y una de las situaciones que ha comenzado a aparecer en este nuevo escenario es la posibilidad de realizar dos trabajos de forma paralela, incluso en las mismas jornadas laborales, algo que era imposible hasta hace un tiempo con la presencialidad laboral, pero que gracias al trabajo remoto y la tecnología se ha convertido en una posibilidad real para algunos colaboradores. A esto se le ha llamado el “sobretrabajo”.

Si bien es común que los trabajadores puedan buscar otras formas de obtener ingresos, esta situación fue sorpresiva para los expertos, tal como asegura Andrés Ávila, Gerente BPO de ATCOM.

"La verdad no lo esperábamos. Siempre se ha dado el caso de trabajadores con labores adicionales, o que tienen un segundo trabajo, pero nosotros suponemos que nuestro personal dedica su jornada a trabajar en la empresa. Aunque en el escenario actual es muy difícil de controlar"

¿Por qué una persona podría interesarse en realizar dos trabajos a la vez?

Unas de las principales razones que puede llevar a un colaborador a buscar un trabajo paralelo al que realiza es el dinero. Al trabajar en más de un lugar, se puede aumentar la remuneración mensual que el trabajador recibía previamente.

Al mismo tiempo, el sentirse poco valorados en sus actuales puestos de trabajo sería otro de los factores que lleva a los colaboradores a buscar otras opciones. Lo que antes llevaba a buscar un nuevo trabajo u otras opciones, hoy lo convierten en una oportunidad para tener dos trabajos en paralelo.

A su vez, otra de las ideas predominantes en las personas que tienen dos trabajos a la vez es que, en su trabajo principal, tienen horas “de sobra” para realizar las actividades solicitadas por sus jefaturas, por lo que las horas de trabajo reales son menores a las de su jornada laboral, por lo que se podrían utilizar en otras actividades que generen ingresos.

"Si el trabajo en paralelo se trata de un emprendimiento o negocio de carácter personal no es algo malo, e incluso puede mejorar el ánimo del colaborador ya que les puede permitir salir de su rutina. Lo importante sería saber balancear estos tiempos con su trabajo principal, para evitar el cansancio"

, agrega Andrés Ávila.

¿Qué problemas genera el “sobretrabajo”?

Si bien no se puede negar que previo a este escenario existían casos donde había personas que realizaban más de un trabajo remunerado, el escenario que trae el sobretrabajo trae consigo la sobreposición de las jornadas laborales, lo que puede llevar a un déficit en el nivel de las actividades que se realizan.

Al entrar en esta situación, el colaborador finalmente no está entregando su mejor servicio a ninguno de sus empleadores, ya que debe intentar coordinar los horarios de ambos espacios de trabajo, ya sea para reuniones, responder ante emergencias u otras situaciones cotidianas de la vida laboral, sin entregar su máximo esfuerzo.

En esta línea, el Gerente BPO de ATCOM destaca que

"esta situación puede ser algo desgastante, por tiempos y porque no siempre se transparenta. Si un trabajador realiza una actividad de este tipo, lo más natural es que lo transparente con su empleador principal, en especial si trabaja en algo similar para terceros"

Al mismo tiempo, la vida cotidiana de estos trabajadores se ve fuertemente afectada, ya que para cumplir con sus obligaciones, muchas veces deben utilizar tiempo su tiempo libre o trabajar en horas donde, en un escenario normal, podría compartir con su familia o realizar otras actividades.

A su vez, si se masifica este tipo de acciones, se hará cada vez más fuerte el rechazo al teletrabajo por parte de aquellas empresas que se han mostrado reticentes a este tipo de actividad, ya que uno de los factores que permite el sobretrabajo es la pérdida de control por parte de los empleadores sobre los horarios y las actividades que realizan sus colaboradores.

Cabe destacar que, en muchos casos, los propios contratos de los trabajadores exigen aspectos como la confidencialidad del trabajo o la exclusividad de las labores, lo que también se podría ver afectado al tener dos trabajos en paralelo.

De esta manera, si bien existen casos donde el sobretrabajo puede ser beneficioso económica y anímicamente para cada trabajador, estos van ligados a un proyecto personal de cada colaborador.

En cambio, si la necesidad de tener dos labores viene de la mano sólo por aspectos económicos o de frustración laboral, esta situación podría hacer que el trabajador se vea más afectado aún y agudice esta sensación al utilizar todo su tiempo para aspectos laborales, dejando de lado sus proyectos personales y relaciones afectivas.