Uno de los proyectos más ambiciosos en materia laboral que se encuentra en este momento en discusión en el Parlamento es la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, normativa que ya se encuentra en el senado y que debería ser aprobada en las próximas semanas.

Este cambio implica bajar en 5 horas la jornada semanal de los trabajadores que cuenten con un contrato por jornada completa, realizando este cambio de manera gradual para todas las empresas de nuestro país, incluyendo a las Pymes.

De todas formas, para evitar problemas en las empresas y brindar un periodo de adaptación progresiva a la norma, el proyecto destaca su implementación de manera gradual durante cinco años.

"Esta es una medida que busca generar un beneficio para personas y empresas. Por lo mismo, la puesta en marcha tiene que ser muy gradual, para no generar un caos en el empleo y la industria laboral"

, puntualiza Mario González, Jefe de Área Desarrollo Devop de ATCOM.

¿Cómo afecta la medida a los diversos sectores de la industria?

Al igual como ocurría con otros cambios que ha vivido el mundo laboral en los últimos años, como el teletrabajo, los efectos de la reducción de la jornada laboral serán diversos, considerando las características propias de cada sector.

Por ejemplo, en el caso del comercio, el sector financiero, áreas de desarrollo digital y algunos servicios, la adaptación a este nuevo escenario debería ser más bien simple. De hecho, gran parte de las empresas que actualmente cuentan con el ‘Sello 40 horas’ vienen de estas áreas.

En cambio, los sectores cuyas labores son ininterrumpidas y se desarrollan durante las 24 horas, como la minería, centros de urgencia de salud, soportes técnicos informáticos o transporte, tendrán mayores dificultades para adaptarse al nuevo formato de jornada.

De hecho, parte de las indicaciones que se han agregado al proyecto en la discusión y que han encontrado el consenso general entre los parlamentarios es la posibilidad de revisar y entender las situaciones especiales que ya se encuentran en la normativa actual, adaptando la nueva normativa a las necesidades y características especiales que puedan tener estos sectores, como la creación de bolsas de horas extras que se puedan cambiar por días libres o la posibilidad de definir jornadas mensuales.

"Yo no hablaría de sectores afectados, sino más bien, de sectores adheridos a la nueva iniciativa. Dentro de ese contexto, pienso que hay ciertos sectores que tendrán que hacer mayores adaptaciones que otros, por ejemplo, todo aquel trabajo cuya naturaleza es ininterrumpida las 24 horas del día. En esos casos, pienso que las empresas deberán generar sistemas de turnos aparte de los ya existentes. En otros sectores como el comercio en general, la adaptación no debería traer grandes impactos, toda vez que también se podrían generar turnos o contrataciones "part time""

, destaca el Jefe de Área Desarrollo Devop de ATCOM.

Al mismo tiempo, las pequeñas y medianas empresas podrán recibir beneficios si realizan una reducción anticipada de su jornada de trabajo, la cual incluye puntaje adicional al momento de postular a programas o servicios en las plataformas de Corfo, Sercotec o Sence.

En la misma línea, se buscará apoyar a través de programas de capacitación instancias como la organización del tiempo de trabajo, productividad u otras áreas de la labor común de estas empresas, para ayudarlas en la implementación de la nueva norma sin generar dificultades en su funcionamiento.

En este aspecto, González agrega que

"este tipo de iniciativas son delicadas y tendrán que verse caso a caso por rubros y, probablemente, hasta en el detalle de empresa por empresa, sobre todo en las Pymes que son las que abarcan el 80% del mercado laboral del país"

¿Disminuir la jornada laboral afectará a la productividad?

Si bien ya existen empresas que cuentan con una jornada laboral de 40 o menos horas por semana en nuestro país, aún hay cierto resquemor a la hora de hacer un análisis sobre si esta medida traerá cambios importantes a la productividad de las empresas.

Por lógica, este cambio en la jornada deberá traer un decaimiento en índices de producción, aunque la gradualidad que se ha planteado en la implementación de la nueva normativa podría ayudar a evitar este problema, tal como señala Mario González.

"Es muy importante que esta medida no afecte en demasía a la productividad, porque efecto habrá sí o sí. Pensando en la industria en general, creo que lo mejor que se puede hacer es implementar este cambio en forma gradual a través de varios años, tal como se ha impulsado"

¿Qué pasa con las jornadas flexibles?

A pesar de que este proyecto no puntualiza algún cambio específico al momento de hablar de jornadas flexibles, la aprobación de la nueva normativa si podría dar pie a un cambio fundamental a la hora de hablar de las jornadas semanales y los días laborales de cada trabajador.

Según estudios, más de un 80% de los trabajadores preferirían tener una jornada flexible donde se permita modificar los días de trabajo en una semana o los horarios de ingreso y salida, para poder complementar la jornada a actividades familiares.

De todas formas, esta flexibilidad también debería venir de la mano con un entendimiento mutuo de las necesidades del trabajador y la empresa, tal como señala Mario González.

"Es difícil flexibilizar una jornada de cargos de nivel operativo, ya que hay que cumplir ciertas metas o plazos. Pero la gestión si podría hacerse en horarios más flexibles. Es un tema similar a la presencialidad del trabajo, hay algunas labores que se pueden hacer a distancia y otras no"

De todas formas, es importante que las autoridades destaquen que este cambio y las posibles jornadas flexibles no implican una oportunidad para generar dos trabajos en paralelo, ya que utilizar el tiempo libre en otras actividades laborales podría traer más problemas en la productividad del trabajador durante su jornada.

Cabe destacar que la gradualidad del proyecto implica bajar de 45 a 44 horas de trabajo semanal en el primer año tras la aprobación del proyecto. Posteriormente, en el segundo año la jornada disminuiría a 42 horas semanales, para bajar una hora más cada año posterior hasta llegar a las 40 horas.