En la actualidad, las competencias y rapidez para llevar adelante los procesos de negocios son parte fundamental a la hora de permanecer vigente.
Es por ello que siempre se debe estar atento a los cambios externos e internos que se puedan producir en determinadas épocas del año y/o en periodos más prolongados de tiempo.
A continuación se presentan 5 señales claras de que su negocio podría estar en riesgo y en los cuales la externalización (outsourcing), es una posible vía de salida para superar dichos riesgos.
1.- Negocio estancado.
Independiente de que el negocio se esté llevando por buen camino, es muy común que algunas empresas vean que no crecen o que la tasa de crecimiento está estancada o por debajo de lo planificado. Esto puede deberse a que los ejecutivos están muy ocupados realizando su trabajo en una forma que no les permite ejecutar nuevas tareas o simplemente no existe un uso óptimo de los recursos y se requieren esfuerzos adicionales para poder “hacer más con las mismas herramientas”. En estos casos la externalización o outsourcing puede ser la solución ideal para poder lograr las metas planificadas a un costo moderado.
2.- Necesidad de conocimientos muy especializados en plazos determinados.
A veces es necesario ejecutar tareas que conllevan la necesidad de un conocimiento muy especializado. Contratar personas con dichos conocimientos puede resultar muy caro y extensivo en tiempo. El outsourcing provee una muy buena alternativa frente a este tipo de situaciones, sobre todo si se requiere personal especializado durante un periodo acotado de tiempo.
3.- Ejecutivos sobrepasados por el “día a día”.
En muchas empresas el personal suele caer en la rutina de sus trabajos lo que no permite que fluyan ideas nuevas. Al consultar a las personas, estas tienden a decir que el trabajo los lleva sobrepasados y que no tienen tiempo para generar ideas nuevas y/o ejecutar trabajos adicionales. Una posible solución a este tipo de situación es la externalización de una parte del negocio (sobre todo “no estratégico”), lo que permite eventualmente la incorporación de personal con ideas nuevas, conocimientos actualizados y sobre todo, posibilita tener una visión “externa” que muestre lo positivo y lo negativo en el desempeño de cada área de negocio en forma objetiva. Con ello se pueden tomar las medidas correctivas y así poder ejecutar proyectos nuevos o mejorar y optimizar los existentes.
4.- Proyectos especiales con costos elevados.
El típico caso de proyectos que involucran a muchas áreas y que a su vez requieren un alto nivel de especialización, por ejemplo, la implementación de proyectos de Inteligencia de Negocios, Reestructuraciones, construcción de sistemas que involucren Big Data, etc. En estos casos, cuyos costos de implementación normalmente son altos y los tiempos (si bien largos) son acotados, la contratación de personal temporal para ejecutarlos es lo mas indicado ya que es mucho mas barato que aumentar la planta, dejando libertad a las empresas para dedicarse a su propio negocio en vez de trabajar en múltiples vías de que se entorpecerán poniendo en riesgo las metras planificadas.
5.- Tamaño de la planta excesivo, costos demasiado altos.
Con el correr del tiempo, las empresas exitosas van creciendo en cuanto a ganancias, patrimonio, bienes y personal de planta. Si bien ello no es intrínsecamente malo, puede llevar el riesgo de duplicidad de roles, personal con tiempos “muertos”, personal con tareas anexas no relacionadas con el negocio mismo, etc. La externalización permite reducir el crecimiento de la planta de trabajadores, sobre todo en aquellas funciones complementarias al negocio, así como también disminuir los riesgos y costos asociados al exceso de personal. Esto traspasa esos riesgos y costos a las empresas contratistas, lo que hace que la empresa “cliente” pueda optimizar sus recursos y dedicarse en mejor forma a su propio negocio.