Uno de los problemas más comunes que traen las crisis económicas como la que atravesamos actualmente, es el aumento del trabajo informal en aquellos sectores que se ven más afectados por el desempleo y la falta de oportunidades.

De hecho, en nuestro país esta situación no es nueva. En la actualidad, Chile tiene cerca de 8 millones de trabajadores en la fuerza laboral, pero cerca de un 30% de ellos realiza actividades de manera informal, número que creció en medio de la pandemia en más de un 3%.

Según expertos, estos números aún son bajos si se considera la realidad de América Latina, donde la informalidad ronda en un 50%, pero aún así se muestra como un problema grave de cara a los próximos eses debido a las proyecciones negativas que se hacen de nuestra economía para 2023.


¿Por qué ha aumentado el trabajo informal en Chile?

Si bien existen muchas razones que han llevado a que el número de trabajadores que realiza su actividad laboral de manera informal crezca en el país, el principal factor que ha empujado este número es la crisis económica provocada por la pandemia y también la situación económica en general.

En medio de la emergencia sanitaria que comenzó en 2020, muchas empresas se vieron obligadas a reducir su planilla o incluso a cerrar sus puertas, lo que sumado a las largas cuarentenas hicieron que las personas tuvieran que buscar nuevas alternativas para poder subsistir en medio de la crisis.

Al mismo tiempo, el aumento en la inmigración en nuestro país, ya sea formal o informal, ha impulsado a que muchos de los extranjeros que se encuentran en Chile busquen trabajos de manera esporádica, principalmente por la falta de documentación o permisos.

En esto también juega un papel importante el auge de las aplicaciones de servicios ligadas al mundo del transporte, logística y reparto en general, las cuales no brindan mayor protección a los trabajadores que realizan servicios en sus APPs, llegando al punto de desconocer la relación laboral entre ambos.


Riesgos: Seguridad social y precarización del trabajo

El principal problema del trabajo informal es la precarización de las condiciones que tienen estos trabajadores en su actividad diaria. Al no tener un documento que formalice su condición, estos trabajadores pierden sus derechos laborales, ya sea una parte o la totalidad.

En esta línea, los trabajadores informales tienen mayores problemas a la hora de obtener los seguros de salud básicos como Fonasa o Isapres, algo que también ocurre con sus cotizaciones previsionales, las que pasan a depender del propio trabajador.

A su vez, el trabajo informal impide que la persona pueda optar a algunos beneficios estatales del sistema de seguridad social, como seguros de cesantía, accidentes de trabajo, bonos u otros programas enfocados en mejorar la calidad de vida de las personas.

En tanto, esta precarización también afecta al país como tal, ya que a través del trabajo informal se genera una importante evasión tributaria por parte del trabajador y las empresas que optan mantener a sus trabajadores de forma irregular. Así, el Estado recibe menos recursos, lo que genera un círculo vicioso de falta de oportunidades hacia los trabajadores informales.

De esta manera, la informalidad agudiza los problemas del mundo del trabajo en cuanto a la protección del trabajador, el que queda a la deriva ante cualquier situación, principalmente ante accidentes laborales o casos donde la fuente de ingresos deje de actuar.


Inquietud ante las reformas gubernamentales

Uno de los aspectos que genera incertidumbre de cara a este 2023, además de la crisis económica, es el avance y la implementación que podrían tener las distintas reformas que impulsa el Gobierno al sistema económico del país, enfocadas en el sistema tributario y previsional.

Desde el mundo empresarial se ha señalado que estos cambios podrían encarecer la contratación formal de los trabajadores, lo que restringiría los procesos de contratación dentro de las empresas, brindando menos puestos en el ámbito formal.

Al mismo tiempo, el proyecto que busca reducir la jornada laboral a 40 horas semanales también se ve con recelo, aunque, en ambos casos, los expertos señalan que lo primordial es encontrar el balance entre las distintas propuestas del Gobierno, haciendo hincapié en la necesidad de que la implementación de estas sea gradual.


¿Cómo enfrentar este problema de cara a 2023?

Es difícil encontrar una solución única y sencilla a un problema tan importante para la industria laboral como la informalidad, más en el escenario económico en el que nos encontramos actualmente. Pero, esto no significa que no existan métodos para disminuir su impacto.

En primer lugar, es importante que el Estado mantenga los programas de apoyo a la contratación de personas, ya sea a través de bonos o beneficios tributarios que permitan que las empresas integren a nuevos trabajadores a pesar de la crisis.

También es importante llevar a cabo un proceso de regulación del trabajo mediante sistemas digitales, entregando protección a los trabajadores y reconociéndolos como parte de las empresas que los emplean para entregar servicios.

A su vez, la regularización de los procesos migratorios se vuelve crucial. Las personas que ingresan al país pueden aportar de manera considerable a la fuerza laboral, pero necesitan regularizar su situación migratoria para poder optar a todos los beneficios que el trabajo formal entrega.

Así se podrá enfrentar un 2023 preocupante en materia económica, priorizando la protección del trabajador en toda la industria laboral.