
La brecha entre sueños y realidad: ¿Trabajamos en lo que nos gusta o en lo que estudiamos?
Una realidad cada vez más evidente en el mercado laboral es que gran parte de los trabajadores no desempeñan la profesión con la que soñaban en su infancia o adolescencia. Según estudios, sólo 1 de cada 4 trabajadores chilenos trabaja en aquella profesión que deseaba en su niñez, lo que posiciona al país como uno de los líderes en la región en este tipo de desajuste laboral.
Esta desconexión entre los sueños de juventud y la realidad profesional afecta no solo la satisfacción personal, sino también la productividad y el bienestar en el trabajo. De hecho, sobre el 70% de los trabajadores en Chile expresa insatisfacción con su empleo actual, y más de la mitad (55%) señala sentirse frustrado por no haber alcanzado sus metas laborales.
Esta realidad lleva a muchas personas a cuestionarse si deben seguir en un trabajo que no les apasiona, o si es posible reorientar su carrera hacia aquello que realmente les motiva. Pero ¿por qué ocurre esto y qué pueden hacer los trabajadores para manejar esta disyuntiva?
"En general las expectativas de infancia, unidas al desconocimiento y conciencia de la realidad, hacen que las personas siendo niños crean que pueden cumplir sus sueños de adulto con sólo desearlo. Pero la realización de estas expectativas se ven afectadas por las oportunidades que otorgue la realidad socioeconómica del lugar donde viva la persona. Aún así, también es cierto que está en las propias personas el tener la visión de mejorar y querer superarse día a día"
¿Por qué terminamos trabajando en algo que no nos gusta?
Existen diversas razones por las que muchos trabajadores terminan en empleos que no necesariamente les apasionan o que no están alineados con lo que estudiaron. El principal problema de estos casos es el desajuste existente entre la oferta educativa y la demanda laboral. En Chile, la masificación de la matrícula en instituciones de educación superior ha llevado a una sobreoferta de carreras que no siempre se alinean con las necesidades del mercado laboral. Esto significa que muchos egresados se ven obligados a aceptar trabajos que no están relacionados con su formación.
A esto se suman las expectativas poco realistas o la falta de orientación que puede existir, principalmente con aquellas personas que se están sumando recientemente a la fuerza laboral. Muchos trabajadores entran al mercado con expectativas idealizadas sobre lo que será su trabajo, para descubrir luego que la realidad es diferente. En otros casos, una falta de orientación profesional adecuada durante los estudios puede llevar a los trabajadores a caminos profesionales que no se ajustan a sus habilidades o intereses.
Pero también hay otros casos más comunes, como por ejemplo la falta de posibilidades que puede llegar a tener una persona para rechazar una oferta de trabajo que no les apasiona, considerando necesidades económicas o la dificultad para encontrar trabajo en su área de especialización. Esto les obliga a aceptar empleos en otras áreas para alcanzar estabilidad financiera, por sobre la satisfacción emocional o profesional.
"Las presiones económicas suelen ser la principal causa de las decisiones que llevan a una persona a aceptar trabajos no alineados a sus gustos, aunque sea por largo tiempo"
En la misma línea, muchos trabajadores prefieren privilegiar factores familiares o personales, eligiendo empleos que se adaptan mejor a las necesidades de su familia, aunque no se alineen con sus intereses personales.
En tanto, otro caso que genera este tipo de frustración va de la mano con los cambios propios de los intereses personales a lo largo del tiempo, por lo que las expectativas de la infancia se vuelven irrelevantes en la adultez.
¿Qué hacer cuando no trabajas en lo que te gusta?
Si bien es difícil poder encontrar un equilibrio que permita superar estas situaciones de manera exitosa, es importante saber que existen estrategias para afrontar la disyuntiva entre trabajar en lo que le gusta a la persona o en lo que estudió.
Por ejemplo, es clave que cada trabajador evalúe sus intereses y habilidades actuales, reflexionando sobre lo que realmente le apasiona y cuáles son sus habilidades más fuertes. Así, se podrán descubrir nuevas áreas de interés o talentos ocultos donde si es posible encontrar satisfacción.
También es positivo que los trabajadores tengan una capacitación constante para adquirir nuevas habilidades, ampliando las opciones para buscar un nuevo empleo y reorientar su carrera profesional.
Otro punto está relacionado a establecer metas a largo plazo, forjando un plan que permita al trabajador girar hacia un área que le apasione. Esto puede incluir la obtención de un certificado, la búsqueda de redes de contacto en el área de interés, o incluso un cambio gradual dentro de la misma empresa.
Muchas veces las frustraciones laborales van de la mano con la incapacidad de los trabajadores de poder establecer un equilibrio fuera del espacio de trabajo. Desarrollar pasatiempos, actividades extracurriculares o proyectos paralelos puede ayudar a la persona a sentirse más realizada, incluso si su trabajo no es su fuente principal de satisfacción.
Finalmente, si estos puntos no logran controlar la frustración en el colaborador, es importante considerar un cambio gradual, explorando otras áreas o realizando trabajos esporádicos y ampliando la red de contacto para cambiar de rol en un futuro cercano.
"cada persona debe ver cuánto le afecta en su psicología el hecho de trabajar en lo que no le gusta y, dependiendo de eso, evaluar si cambiarse o seguir. De hecho, siempre es posible aguantar un periodo de trabajo no deseado, mientras se encuentra otro mejor. La idea es que la persona que no está a gusto con su trabajo, no deje de buscar nuevas oportunidades"
El hecho de que muchas personas no trabajen en lo que soñaron no significa que no puedan encontrar satisfacción en lo que hacen o que no tengan la opción de cambiar su situación. El mercado laboral es dinámico y está lleno de oportunidades, pero también es un espacio que requiere flexibilidad, perseverancia y una actitud proactiva para adaptarse a nuevas realidades.
Si bien la frustración por no trabajar en lo que se soñaba es común, hay múltiples formas de enfrentar esta disyuntiva, ya sea buscando nuevas oportunidades o encontrando satisfacción en el presente mientras se construyen metas para el futuro.
"La ventaja de las empresas de Outsourcing y Servicios Transitorios, es que ofrecen una amplia gama de trabajos de niveles y especializaciones diversas, con lo cual las personas son libres de elegir por uno u otro, dependiendo de sus intereses"
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