La tecnología, los cambios sociales y las nuevas expectativas de vida están generando cambios constantes al mundo laboral, principalmente en los trabajadores más jóvenes y las personas que se están sumando a la fuerza laboral.

Una de las inquietudes principales de los colaboradores en los últimos años ha sido encontrar un equilibrio sostenible entre la vida personal y el ámbito laboral. Y en este escenario, ha emergido una tendencia que está redefiniendo las normas del trabajo, el quiet quitting.

A pesar de su nombre, este fenómeno no es una renuncia a su puesto de trabajo en el sentido tradicional, sino una reevaluación silenciosa de los límites personales en el trabajo, dejando de lado la idea del esfuerzo por la mera realización de las tareas básicas que requiere cada cargo.

"Estas nuevas tendencias son la reacción a diversos factores que se arrastran en el tiempo, lo que a la vez refleja falta de confianza en el ambiente laboral. Si los problemas no se plantean abiertamente en los equipos, normalmente es debido a situaciones relacionadas con la factibilidad de hablar directo y claro con las jefaturas"

explica Mario González, Jefe de Área Desarrollo Devop de ATCOM.

¿Qué es el Quiet Quitting?

El quiet quitting es el nombre que se le da a la práctica de limitarse a cumplir con las responsabilidades laborales básicas dentro del día a día, sin que el trabajador se involucre en tareas adicionales o esfuerzos extra que no estén específicamente incluidos en el contrato de trabajo.

De esta manera, los colaboradores que adoptan esta filosofía de trabajo asumen que gastan menos tiempo de su vida en temas relacionados al mundo laboral, dedicando su energía a cuidar su tiempo personal y priorizar la vida fuera del trabajo. ¿El problema? Dejan de lado los posibles efectos negativos que esto puede generar en su rutina diaria y con sus compañeros.

Este desinterés también se puede traducir en una importante falta de compromiso del trabajador con su lugar de trabajo, ya que hay muchas tareas que no están directamente señaladas en los contratos pero que si son esperables de las personas en su día a día laboral.

"En general, los contratos estipulan líneas amplias sobre las labores que debe desempeñar una persona. Por ejemplo, un cajero de banco debe estar atento a que no lo estafen, pero también debe velar porque no se pierda capital monetario que maneje día a día. Es decir, los temas que son complementarios a la labor a realiza, puede que no se detallen en el contrato, pero se espera, por un tema de "sentido común", que el trabajador las realice de todas formas, y eso no es hacer más de lo que se estipula en el contrato"

, complementa Mario González.

Las razones detrás del Quiet Quitting

Uno de los principales motivos que genera que los trabajadores apliquen los principios del quiet quitting es la búsqueda de un equilibrio más justo entre la vida laboral y personal, armonizando sus responsabilidades laborales con el tiempo que dedican a sí mismos, a sus familias y a sus intereses personales.

En la misma línea, los defensores de esta práctica destacan que ésta es una forma de proteger el bienestar emocional y mental, previniendo así el agotamiento y el estrés crónico asociado con las actividades laborales.

Otro de los puntos que levantan los defensores del quiet quitting es que con esta actitud pueden recuperar el control sobre sus vidas, priorizando relaciones personales significativas y actividades que les brinden alegría y satisfacción fuera del entorno laboral.

"Finalmente, esto nace de una combinación de factores, no sólo el estrés. Puede ser que una persona no sea presionada en su trabajo, pero desempeñe labores repetitivas, sin cambios en el tiempo ni posibilidades de ascender, lo que lleva inevitablemente a la desmotivación"

, agrega el Jefe de Área Devop de ATCOM.

Los problemas que genera el Quiet Quitting en los equipos de trabajo

A pesar de la defensa de algunos trabajadores a este tipo de actitud laboral, el quiet quitting puede traer importantes problemas dentro del espacio laboral, no sólo ante los superiores, sino que incluso con los compañeros de trabajo.

Por ejemplo, hacer sólo lo estrictamente necesario puede conducir a una disminución significativa en la productividad general del equipo. Cuando varios miembros del equipo adoptan esta actitud, puede generarse una falta de continuidad en los proyectos, interrupciones en la comunicación y una disminución en la eficiencia operativa.

Así mismo, la falta de compromiso personal puede resultar en una carga de trabajo adicional para los miembros restantes del equipo, lo que puede llevar a un aumento del estrés y la fatiga, disminuyendo aún más la productividad.

Sumado a esto, el quiet quitting puede alterar la dinámica y la relación entre los compañeros de trabajo, afectando negativamente la colaboración y el apoyo mutuo, ya que los colaboradores que abandonan silenciosamente sus responsabilidades pueden dejar a sus colegas sintiéndose abandonados o resentidos, generando desconfianza y tensiones.

¿Cómo evitar el quiet quitting en nuestros colaboradores?

En un ambiente laboral donde el interés por la conciliación entre vida laboral y familiar ha tomado gran parte del interés en el último tiempo, los líderes enfrentan desafíos significativos en la gestión de equipos donde el quiet quitting se puede volver cada vez más común.

En primer lugar, la tarea principal de los empleadores es mantener la moral y el buen ambiente dentro de los equipos, ya que ambas situaciones promoverán la eficiencia y el entendimiento entre los colaboradores.

Así, también es importante cultivar un espacio comprometido con los objetivos de la empresa, sin dejar de lado los intereses de los trabajadores. Para esto, es vital la transparencia, el reconocimiento al trabajo realizado y promover el apoyo entre las personas que comparten espacios de trabajo, incluyendo a los superiores.

También es muy importante la observación y el entendimiento de lo que pasa dentro del ambiente laboral de una empresa, como señala Mario González.

"Pienso que lo principal es la observación. Las jefaturas deben estar atentas a los comportamientos de las personas. Cuando hay un cambio, se nota, sobre todo en personas que llevan tiempo desempeñándose en una labor en particular. De esa observación, debería surgir una conversación franca y clara detallando los problemas y ver en conjunto con los propios trabajadores, las posibles soluciones o mitigantes a dichos problemas"

El quiet quitting es un reflejo de un cambio cultural en el mundo laboral, donde los trabajadores están redefiniendo lo que significa ser productivos y exitosos, aunque esto incluso puede traer un desinterés en sus propias tareas del día a día.

Por esto, las empresas que deseen retener talento y evitar este tipo de problemas deberán promover un ambiente de trabajo que respete los límites y el bienestar de sus empleados, manteniendo a raya este tipo de actitudes entre sus empleados para evitar problemas que profundicen malas prácticas entre los empleados.