Uno de los puntos clave en el funcionamiento de cualquier empresa es el cuidado de sus trabajadores, evitando cualquier problema que pueda afectar a su bienestar físico, pero también al emocional.

En esta línea, la promulgación de la Ley N°21643, también conocida como Ley Karin, marca un hito en la protección de los trabajadores contra el acoso laboral, sexual y la violencia en el ámbito laboral, algo clave para mantener espacios de trabajo armónicos y seguros.

Esta nueva legislación, nombrada así en honor a Karin Salgado, enfermera que perdió la vida en 2019 luego de sufrir acoso laboral constante en su lugar de trabajo, tiene como objetivo principal prevenir cualquier tipo de acoso, fortaleciendo la capacidad de denunciar estos hechos y aumentando los castigos correspondientes, para crear un entorno laboral seguro y libre de violencia.

Cambios a la ley y modificación en la definición de acoso

Las modificaciones que la Ley Karin incluye al Código de Trabajo buscan que la denuncia por casos de acoso se simplifique, evitando que las víctimas tengan que pasar por sucesos reiterativos o extremos, como ocurría con la normativa anterior.

Por esto, una de las principales modificaciones introducidas por la nueva ley es la ampliación de la definición de acoso laboral y sexual. Anteriormente, el acoso se entendía como una conducta reiterada de hostigamiento, pero ahora, la ley reconoce que una sola instancia de acoso puede ser suficiente para constituir una conducta indebida en el trabajo, lo que amplía significativamente las situaciones que pueden ser denunciadas.

Así mismo, la nueva norma estipula que las agresiones y hostigamientos pueden ser realizadas por cualquier trabajador, dejando de lado la necesidad de que haya un nivel superior en la jerarquía laboral entre el acosador y la víctima, como ocurría hasta ahora.

¿Qué considera la Ley Karin como acoso laboral?

La nueva ley establece una serie de conductas que serán consideradas como acoso laboral, en particular todas aquellas que generen menoscabo personal o perjudiquen la situación laboral, oportunidades de empleo y el bienestar físico y emocional del afectado.

Por esto, no se podrá restringir a un subordinado, las posibilidades de hablar durante su jornada, prohibir a los trabajadores que se comuniquen con otro miembro del equipo o separar a un trabajador de sus compañeros sin una razón laboral que justifique el cambio de espacio físico.

La ley también estipula situaciones que puedan ser degradantes profesionalmente, como obligar a un trabajador a realizar tareas en contra de su conciencia, no asignar tareas a un trabajador, promover que realice tareas por debajo de sus capacidades o entregar datos erróneos que lleven a que el colaborador no obtenga los resultados esperados.

Así mismo, no se podrá juzgar el desempeño o los resultados conseguidos de forma ofensiva o cuestionar de manera injustificada las labores o las decisiones que realice un colaborador.

También hay situaciones referidas a la vida privada del trabajador que quedan estipuladas como acoso, como realizar críticas o burlas reiteradas a su vida particular, insinuar problemas psicológicos o burlarse de posibles discapacidades.

Finalmente, otros aspectos considerados son realizar hostigamiento o terror telefónico, dejar en ridículo al trabajador delante de sus compañeros o en reuniones individuales o realizar imitaciones en forma de burla.

La importancia de la prevención en las empresas

Para conseguir un buen resultado de la nueva normativa ante los diversos tipos de acoso que se pueden dar en las empresas, es fundamental que se implementen medidas proactivas de prevención del acoso y hostigamiento en los espacios de trabajo.

Por esto, es vital la elaboración e implementación de protocolos de prevención claros y accesibles para todo el grupo humano de la organización, además de realizar jornadas de sensibilización y capacitación del personal en temas de acoso laboral, sexual y violencia en el trabajo.

Asimismo, es muy importante disponer de canales de comunicación seguros y confidenciales para que los empleados puedan reportar incidentes de acoso sin temor a represalias, además de ofrecer apoyo psicológico y asesoramiento a las víctimas de acoso.

De esta forma, se fomentará la creación de un ambiente laboral inclusivo que promueva el respeto, la igualdad de género y la diversidad.

La promulgación de la Ley Karin representa un paso significativo hacia la construcción de entornos laborales más seguros y equitativos, buscando prevenir y sancionar el acoso laboral en todos sus aspectos y promover una cultura de respeto, igualdad y diversidad en los lugares de trabajo.

Al implementar medidas de prevención, sensibilización y protección, las empresas pueden contribuir de manera activa a la creación de espacios laborales libres de violencia y hostigamiento, donde todos los trabajadores puedan desarrollarse plenamente y contribuir al éxito de la organización, priorizando el bienestar y la seguridad de los empleados.