Los tiempos han cambiado en el mercado laboral. En generaciones anteriores era común ver a personas que dedicaban su vida a una empresa, trabajando durante muchos años para ascender en la planta y crecer como profesionales, privilegiando el sueldo y la estabilidad. Pero hoy las prioridades son otras, principalmente para los trabajadores más jóvenes.

Cada día es más común encontrar trabajadores que no consideran el salario como el principal factor a la hora de elegir su nuevo puesto laboral. Beneficios como seguros de salud, desconexión en horarios fuera de la jornada laboral, flexibilidad horaria, teletrabajo o, incluso, el ambiente laboral de cada empresa se han vuelto factores cruciales para seleccionar un lugar o para elegir mantenerse en un puesto. Por esto, prefieren trabajar en una actividad o lugar que les guste, antes que recibir un mejor sueldo.

"La mentalidad de la gente más joven ha cambiado. El viejo paradigma de mantenerse ‘toda una vida’ en una empresa quedó atrás hace mucho tiempo. Ahora lo normal es estar unos pocos años en alguna empresa y cambiarse para ir aprendiendo distintos ambientes, formas de trabajo, escalando puestos, satisfaciendo intereses personales, etc. Teniendo eso como contexto, no es de extrañar que la mayoría de la gente joven quiera cambiarse a otros puestos que les acomoden más a sus intereses. Para esta gente, el trabajo es un aspecto más de la vida, pero no es toda la vida"

, argumenta Mario González, jefe del Área de Marketing de ATCOM.

¿Qué buscan los trabajadores en sus puestos actuales?

En principio, al ingresar al mercado laboral la mayoría de las personas busca conseguir un desarrollo profesional importante, pero en los jóvenes se suma la expectativa de conseguir este desarrollo de manera rápida.

Esta necesidad de rapidez lleva a que la frustración también aparezca luego, en el transcurso de un trabajo, especialmente si no existen otros aspectos relevantes como beneficios extra salariales u otras libertades. De hecho, el periodo de mantención laboral de los jóvenes no supera los 3 años en promedio.

Por esto, esta generación intenta encontrar una realización personal que va más allá de lo económico, sino que también suma la necesidad de crecer profesional y culturalmente, de trascender entre sus pares y de vivir la vida acorde a sus expectativas.

En esta línea, Mario González destaca que

"Los aspectos más deseados son los horarios flexibles, el pago de horas extras, la menor distancia posible entre el trabajo y el hogar, que las tareas las especificaciones sean claras. El trato en el día a día también es muy importante, al punto en que el ‘trabajar bajo presión’, muy típico de los 90s y 00s también está quedando atrás"

¿Cómo ha cambiado la industria del reclutamiento en este escenario?

El cambio de la actitud de los trabajadores de cara a la búsqueda de un nuevo puesto laboral también ha modificado los procesos de reclutamiento, más en el momento actual que vivimos, donde se ha vuelto aún más complejo poder contratar personas en el marco de la pandemia.

Así, además de ofrecer un sueldo competitivo en el mercado, cada vez es más común ver ofertas que incluyan beneficios que antes no eran tradicionales en la industria, como la flexibilidad horaria o el teletrabajo, además de hacer más transparentes los procesos de selección para así cumplir con la mayor exigencia que han impuesto los candidatos.

Incluso, la tecnología ha permitido realizar procesos modernos, con entrevistas a distancia que permitan optimizar el tiempo del postulante y de los seleccionadores, ofreciendo mayores opciones para que los candidatos puedan participar de la selección sin mayores problemas.

Por esto, como explica Mario González,

"ya no basta con publicar frases como ‘sueldo acorde al mercado’ u ofrecer capacitación, sino que se debe comentar lo bueno y lo malo de las ofertas. Por ejemplo, informar desde el inicio si hay o no eventuales horas extras, trabajos de fin de semana, existencia de bonos, aguinaldos, flexibilidad en los horarios, vacaciones en los tiempos que ellos necesiten (no en los que la empresa decida) y otros incentivos no necesariamente monetarios, algo que ya se ve con más regularidad en la industria nacional"

¿Estos cambios son una moda o se mantendrán a futuro?

Si bien es difícil predecir lo que ocurrirá en la industria laboral, al ser un mercado que cambia constantemente y que depende directamente de las tendencias sociales que rodean a las personas, se puede anticipar que este nuevo tipo de colaborador se irá manteniendo en el tiempo.

"Creo que las personas tenderán a seguir en esta tendencia mientras el mercado los acepte, principalmente en lo referido a la edad. Si bien no es legal discriminar por edad a las personas, no es menos cierto que a las personas les va costando más la movilidad laboral en la medida que van envejeciendo"

, anticipa Mario González.

Por esto, el probable que a medida que vaya envejeciendo esta generación tienda a establecerse en un rubro o en algún puesto cuando lleguen a una posición senior que les satisfaga personal y profesionalmente, pasando a una etapa donde se privilegia la estabilidad, pero sin dejar de lado sus necesidades personales.