La informalidad laboral en Chile ha tomado un protagonismo significativo en los últimos años, afectando a una gran parte de la fuerza laboral del país. Según números del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) la tasa de informalidad laboral alcanzó el 28,2% en el trimestre febrero-abril de 2024, mostrando un alza de casi 8% en los últimos 12 meses.

Pero esto no es el único factor que sorprende, ya que según el mismo estudio casi la mitad de los trabajadores informales en Chile son dependientes, lo que implica que tienen un vínculo de subordinación, deben seguir órdenes y horarios, pero sin contar con las garantías de un empleo formal. De hecho, en el trimestre señalado la cantidad de empleados informales que tienen dependencia llegaron a un el 45,3% del total, lo que equivale a 1.184.176 trabajadores.


¿Qué áreas son las más afectadas por el empleo informal?

El avance de la informalidad en el mundo laboral dentro del mercado nacional ha sido amplio, afectando a diversos sectores de la industria. Un ejemplo de esto son las cifras mostradas en el sector privado, uno de los más impactados por la informalidad laboral.

El estudio presentado por el INE señala que un 16,2% de los asalariados del sector privado trabaja en condiciones informales, cifras que crecen al revisar la realidad de las microempresas del país, donde el 47% de los colaboradores se encuentran en condición informal. Cabe destacar que estos números van bajando a medida que aumenta el tamaño de la empresa.

En la misma línea, las industrias donde más ha crecido la informalidad en este 2024 han sido servicios y el comercio, lo que se suma al personal de servicio doméstico.

El impacto de la informalidad es también notable en ciertos grupos demográficos. Por ejemplo, la variación de tasa de empleo informal en el trimestre informado fue prácticamente el doble en mujeres (7,8%) en comparación a los hombres (4,1%). Algo similar ocurre con los adultos mayores, donde el alza en el trabajo informal alcanzó un 17%.

Esta situación genera preocupación en las autoridades y la propia industria, ya que la informalidad a la que se ven afectados estos grupos les niega el acceso a derechos laborales básicos, además de impactar aún más en aspectos como la vulnerabilidad económica y social de estos grupos.


Las razones para el aumento de la informalidad en el país

Si revisamos el escenario actual del mercado laboral en el país se puede identificar diversos factores que contribuyen al aumento de la informalidad en Chile. Uno de los más importantes es la alta transición entre las personas que se encuentran desempleadas al empleo informal. Otro de los factores importantes es la alta tasa de inmigración extranjera.

Este fenómeno está impulsado por la necesidad de las personas de encontrar algún tipo de empleo, aunque no cumpla con las normas formales, para subsistir. Así, las personas que no tienen trabajo encuentran en la informalidad una solución temporal. De hecho, según datos del INE, la duración media de un trabajo informal es de solo 16 semanas.

Otro de los factores es el estancamiento en las ofertas de empleo en los últimos meses, cifra que se ha estancado durante 2024. Esto demuestra que la informalidad no siempre es una elección, sino una circunstancia obligada por la falta de acceso a oportunidades laborales formales.


Servicios Transitorios: Una gran forma de enfrentar la informalidad

La informalidad laboral es un desafío significativo en nuestro país. Y una gran opción para combatirla son los servicios transitorios, uno de los pilares de ATCOM. Este tipo de servicio consiste en la contratación de empleados por un período limitado a través de otra empresa, como la nuestra, pudiendo acceder a trabajadores de calidad, por el tiempo que se necesite y cumpliendo a cabalidad con la ley.

Los Servicios Temporales ayudan a la formalización del empleo ya que permiten que los trabajadores temporales tengan contratos formales, incluso si su empleo es de corta duración. Esto asegura que los empleados estén registrados oficialmente y que sus derechos laborales sean reconocidos.

Esto permite que todos los trabajadores cumplan con las regulaciones laborales vigentes, garantizando que los colaboradores reciban los beneficios y protecciones a los que tienen derecho.

Con esto, se puede acceder sin problemas a trabajadores de forma flexible, cumpliendo con la legalidad en casos donde se necesite aumentar la cantidad de personal temporalmente debido a aumentos estacionales de la demanda, proyectos a corto plazo o sustituciones temporales.

Asimismo, los servicios transitorios pueden ser una puerta de entrada al empleo formal para aquellos grupos más afectados por la informalidad, como jóvenes y mujeres. Esto facilita su inclusión en el mercado laboral formal y mejora sus perspectivas laborales a largo plazo.

Con esto, se evita los problemas de la informalidad en los grupos más vulnerables, ya que, al contar con contratos formales, los trabajadores temporales pueden acceder al seguro de salud, pensiones y otros beneficios, que de otro modo no tendrían en la informalidad, además de contar con condiciones de trabajo más seguras y justas.

La informalidad en el mercado laboral chileno es un problema importante dentro de la industria, ya que, si bien permite bajar las cifras de desempleo, también genera cuestionamientos a la hora de no ofrecer las condiciones mínimas que necesita un trabajador para poder realizar sus labores de forma segura.

En este escenario, los servicios transitorios entregan una gran opción para evitar este problema, ya que permiten acceder a colaboradores de calidad, con flexibilidad y cumpliendo con todos los aspectos legales, brindando nuevas opciones que permitan contratar a trabajadores de forma eficaz.



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