En el competitivo mundo laboral actual es fundamental que los postulantes se preparen de manera adecuada para enfrentar una entrevista de trabajo, más aún con el aumento en el desempleo y la falta de nuevos puestos que se ha agudizado en los últimos meses en nuestro país.

En este escenario, es comprensible que este proceso pueda resultar intimidante en situaciones donde los candidatos están ansiosos por conseguir un nuevo lugar de trabajo, ya que, con el aumento de la fuerza laboral y la menor cantidad de oportunidades, es necesario destacar por sobre otros postulantes, ya sea por experiencia o por desenvolvimiento en estas entrevistas.

Por esto, a continuación, te presentamos una serie de consejos prácticos que te permitirán estar preparado y tener una entrevista exitosa.


1.- Investiga sobre la empresa

Antes de la entrevista, es vital que realices una investigación profunda sobre la empresa en cuestión a la que estás postulando. Averigua detalles sobre su misión, visión, valores y productos o servicios que ofrecen. Además, no olvides estar al tanto de sus logros más recientes y de su posición en el mercado.

Esta información te permitirá demostrar interés genuino en el cargo, entregar consejos e ideas que podrías llevar a cabo si eres elegido y anticipar cómo podría alinearse tu perfil con los objetivos de la empresa.


2.- Prepara respuestas a preguntas comunes

Es muy probable que te encuentres con preguntas comunes durante la entrevista. Por esto, es recomendable que te prepares previamente para poder responder de manera segura y coherente.

En este caso, puedes ensayar cómo describirte a ti mismo, explicar situaciones en la que hayas resuelto un problema en un antiguo trabajo (destaca tus logros) o poder comentar tu motivación para querer formar parte de la empresa o cambiarte de tu actual trabajo al puesto al que postulas.

Preparar respuestas claras y concisas te ayudará a transmitir confianza y profesionalismo durante la entrevista. Sé directo, sin rodeos ni respuestas demasiado largas o con mucho detalle, a menos que te los pidan.


3.- Enfrenta las “preguntas trampa” con calma

En ocasiones, los entrevistadores pueden plantear “preguntas trampa” para evaluar tu capacidad de reacción y cómo manejas el estrés. En estos casos, se pueden dar situaciones donde se cuestionen objetivos conseguidos anteriormente o se ponga en duda la forma en la que se enfrentó algún desafío.

De hecho, el fundador de Apple Steve Jobs utilizaba comúnmente este tipo de preguntas para poder filtrar a los candidatos que postulaban a la empresa, imponiendo desafíos para ver la forma en que los candidatos reaccionaban.

Si te enfrentas a una pregunta inesperada o desafiante, tómate un momento para respirar y pensar antes de responder. No tengas miedo de solicitar aclaraciones si no entiendes bien la pregunta. La clave de este tipo de preguntas está en ser honesto, tener la capacidad de responder en calma y de manera explicativa, evitando respuestas negativas o una actitud a la defensiva frente a estas consultas.


4.- Muestra tus fortalezas y asume tus debilidades

Hablar sobre ti mismo como persona y no como candidato es uno de los momentos que siempre cuesta sacar adelante en las entrevistas de trabajo. Por esto, cuando llegue el momento de hablar sobre tus fortalezas, enfócate en aquellas que sean relevantes para el puesto y destaca cómo las has utilizado en situaciones anteriores.

En tanto, al mencionar tus debilidades, lo mejor es enfrentar la situación con sinceridad, pero evitando ser demasiado autocrítico. Así, se hace ideal enfatizar en cómo has trabajado para mejorar esas áreas, mencionando los pasos y tareas que has realizado para mejorar estos aspectos y seguir creciendo profesionalmente.

Por esto, durante una entrevista de trabajo, es esencial que muestres tu personalidad auténtica y transmitas entusiasmo por la oportunidad de formar parte de la empresa. Haz preguntas relevantes sobre el puesto y las responsabilidades, y demuestra tu interés genuino por contribuir al éxito de la organización.


5.- Evitar cometer errores comunes

Existen errores comunes entre los postulantes que pueden arruinar tu oportunidad de ingresar a una empresa, pero que también pueden dejar una mala experiencia que se transmita en otros procesos de selección.

Por esto, cuando confirmes una entrevista de trabajo es clave que llegues a la hora estipulada, vistiendo de manera apropiada a la ocasión y actuando de manera amable y cercana con las personas que te reciban en el lugar. Incluso esto es válido para las “tele entrevistas”, la forma de vestir, la postura y la puntualidad.

Así mismo, en la entrevista misma tienes que mantener contacto visual con el entrevistador, escuchar atentamente las preguntas y prestar atención a detalles que surjan en la conversación, aprovechando cada oportunidad para demostrar profesionalismo e interés.


6.- Estudia y plantea temas de conversación sobre tu experiencia y logros relevantes

Al momento de hablar de la experiencia laboral, es bueno centrarse en aquellos cargos que hayan sido similares o que puedan aportar nuevas ideas al cargo al que se postula.

En el caso de que busques un primer trabajo, es bueno explicar la experiencia desde el punto de vista humano sin caer en señalar cada trabajo que se pueda haber realizado en una época anterior, más si estos no tienen relación con el puesto que se quiere conseguir, en otras palabras, no dar detalles innecesarios que no aporten a la entrevista misma.

Al hablar de la experiencia laboral se debe utilizar ejemplos concretos de tu experiencia previa para respaldar las respuestas que se entregan, describiendo situaciones en las que hayas enfrentado desafíos y hayas obtenido resultados exitosos.

A menos que te lo pregunten explícitamente, nunca hables mal de tus trabajos anteriores, aunque hayas tenido alguna mala experiencia. Hablar mal de una jefatura anterior, del mal trato o de alguna empresa en la cual trabajaste, te restará puntos en la entrevista.

Por último, sé honesto si una de tus motivaciones es cambiarte por un mejor sueldo, pero deja en claro cuál será tu valor para la empresa, es decir no plantees las cosas como sólo un interés personal, sino también como crecimiento y valor agregado para la nueva empresa a la que estás postulando.

De esta manera, podrás destacar tu valor como candidato y demostrar tu capacidad para enfrentar situaciones similares en el futuro.



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