Los proyectos del Ejecutivo y la diputada Vallejo se enfrentan en el Congreso buscando mejorar las condiciones laborales de los chilenos. Conoce sus ejes principales y las diferencias que existen entre ambas propuestas
Durante las últimas semanas, la discusión política en el país ha estado marcada por los proyectos de ley que proponen modificar la jornada laboral en nuestro país impulsados por el gobierno de Sebastián Piñera y la diputada Camila Vallejo, respectivamente, los cuales prometen ser el cambio más importante al mercado del trabajo en Chile en las últimas décadas.
Es así como quienes apoyan a la parlamentaria han acusado al ejecutivo de proponer un proyecto que precarizará las condiciones laborales de los trabajadores chilenos al abrir la posibilidad de aumentar las horas de trabajo diarias para obtener un día libre más a la semana, mientras que el ministerio del trabajo asegura que es imposible disminuir la jornada sin generar efectos en la economía.
De todas formas, la disputa también se ha llevado al Congreso, ya que a pesar de que el proyecto de la diputada Vallejo fue aprobado por la comisión de trabajo de la cámara baja, el Gobierno puso suma urgencia a su propia propuesta, la cual sufrió modificaciones antes de ser presentada oficialmente.
“ Ambas propuestas buscan regular las relaciones laborales por lo que ambas van a incidir directamente en el mercado laboral. Siempre es bueno plantear reformas que busquen mejorar la calidad de vida lo que, en definitiva, debe ser el eje de toda reforma en materia laboral ”, asegura el abogado asesor de ATCOM, Daniel González.
Gobierno: Flexibilidad como punta de lanza
La propuesta del Gobierno ha sufrido varias mutaciones a partir de mayo, fecha en la cual fue presentada por primera vez por el Presidente Sebastián Piñera.
En primera instancia, la idea mantenía las 45 horas de trabajo semanales que tiene la jornada actual distribuidas en 180 horas mensuales , pero con la posibilidad de que trabajadores y empleadores puedan negociar los días en los que estará disponible.
De esta manera, la primera alternativa al momento de negociar sería mantener el actual formato de nueve horas diarias distribuidos en cinco días. En tanto, si se quiere trabajar durante cuatro días a la semana, la opción podría llegar a las 12 horas durante tres jornadas, a las que se sumaría una de nueve.
Pero, tras las críticas provenientes de la oposición, el Ejecutivo dio un paso atrás y se abrió a la posibilidad de disminuir las horas de trabajo, proponiendo una jornada de 41 horas semanales, con implementación gradual y manteniendo la posibilidad de negociar los días de trabajo entre los colaboradores y sus empleadores.
Finalmente, el Ministro del Trabajo Nicolás Monckeberg, aseguró que estas modificaciones podrían generar más de 350 mil nuevos empleos, al entregar mejores herramientas al mercado laboral en el país.
Oposición: El eje es disminuir las horas de trabajo
Por su parte, la propuesta liderada por la diputada Camila Vallejo estimula una jornada laboral de 40 horas, distribuidas en ocho horas diarias de lunes a viernes, dejando de lado la negociación impulsada por el Gobierno.
La idea nació principalmente de la comparación del escenario nacional con países como Holanda, donde con una población y número de trabajadores similar a Chile, el PIB es casi tres veces mayor a pesar de que su jornada de trabajo es de sólo 29 horas por semana.
Así, la propuesta se fundamenta en un desarrollo conjunto entre el crecimiento económico y las condiciones de trabajo de la fuerza laboral en Chile, al entregar más tiempo libre a los trabajadores.
De todas formas, a pesar de contraponerse a la idea gubernamental, la parlamentaria aseguró que la medida crearía cerca de 300 mil nuevos empleos.
Las modificaciones cruciales de ambos proyectos
Si bien ambas propuestas traerían un cambio radical al escenario actual del mercado laboral en nuestro país, esto también se puede convertir en una gran oportunidad para que las empresas de outsourcing encuentren nuevos ámbitos de trabajo.
En este escenario, el abogado Daniel González destaca que la reforma “es una buena oportunidad para que las empresas puedan usar a su favor cualquier modificación a la norma actual, con la finalidad de reinventarse, buscar nuevos nichos y, en definitiva, ayudar al desarrollo de sus clientes ”
Por esto, para que entiendas todos los cambios que podrían venir a futuro, a continuación, te mostramos los índices principales en los que se basa cada proyecto:
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